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16 de Octubre 2006
Diario de unos interraileros en la zona E, Día 4
Pequeño paseo
Esa mañana nos despertamos en Luxemburgo a la hora justa para desayunar, y como en el hotel estaba incluido, pos allá fuimos a ponernos tibios una mañana más. Bajamos Marta y yo primero ya que Raquel tenía que hacer no se que en la habitación (lalalaaa). El caso es que en medio frances-inglés patatero nos pregunta la camarera muy amable que qué queríamos de beber, si café o té, nosotros en nuestro frances-inglés más patatero aún le respondemos que queremos café y fue al rato cuando nos trae un polemicamente delicioso té que en mi caso decidí no seguir con la maniobra del té después de un par de sorbos y ahí se quedó.
Una vez acabamos, tiramos para la estación, puesto que este día en principio queríamos ir a Bruselas y pasar allí el día para volver esa noche a nuestro querido albergue reservado en el día incorrecto. En la estación dejamos las mochilas y nos cogimos lo indispensable para pasar el día por ahí.
Según ibamos yendo a Bruselas, nos dimos cuenta de que ibamos a tardar 2 horas y pico en ida y otras dos horas de vuelta, asi que pensamos en quedarnos en algún pueblecillo que estuviera en el camino, y así lo hicimos, nos paramos en una ciudad que se llamaba Namur, ya en Bélgica.
Recién bajados del tren, tiramos hacia lo que consideramos el centro de la ciudad, y allí vimos su catedral y algún que otro edificio como muy neoclásico, pero la verdad es que a mí tampoco me gustó demasiado, no sé, no estaba mal, pero comparado con otros sitios (en concreto Strasbourg) no era demasiado bonito...
Llegó la hora de comer y pasando la zona de compras, nos paramos entre tres tiendas de comida rápida, en una ponían fritanga, en otra pasta y en otra ensaladas y alguna que otra cosa que no recuerdo. De la de fritanga pasamos, compramos una ensalada con gambas y remolacha y luego compramos una pizza y lo que llamaba patê o algo así, que era como caracolas de pasta que tenían salsa de queso. Y todo eso nos lo comimos en las faldas de la impresionante fortaleza que hay en la confluencia de los dos ríos que pasan por allí. Al parecer esa fortaleza era una importante plaza defensiva. Cuando comimos subimos para allá y pudimos ver las bonitas vistas desde allí, aunque no subimos hasta arriba del todo porque entre el calor, el cansancio y que no podíamos tirarnos allí too el día nos cortó un poco la visita, pero allá subimos y bajamos después. A recordar un guía que iba con un grupo de turistas y que nos empezó a vacilar y a hablar en español como si fuera un pirata o algo así, jejeje, que majete.
Volviendo a la estación, paramos en un super donde compré un queso muy curioso aparte de fruta y demás cosas.
Volvimos una vez más a Luxemburgo e hicimos otra vez el dichoso camino con las mochilas hacía el albergue, donde esta vez sí, teníamos reserva. Era para una habitación de 4, y teníamos una compañera de habitación.
Nada más llegar, lo único que hicimos fue dejar las cosas e irnos a dar una vuelta por los valles de luxemburgo, verdes y preciosos con parques por un lao y callejuelas, riachuelillos por otro, muy acogedor, la verdad.
A la vuelta, según me estaba yo duchando en la habitación apareció la compañera de habitación, se llamaba Valerie y era canadiense y muy viajera, mu maja ella, estuvimos hablando entre que se duchaban Marta y Raquel y cuando nos bajamos al porche del albergue a comer algo, la ofrecimos bajar con nosotros, pero no quiso.
Una vez abajo, con el revuelo que había porque era el partido Alemania- Italia del mundial, nos pusimos en una mesita detrás de la muchedumbre (que buenas estaban aquellas alemanas) y sacamos todo lo relacionado con el fiambre y la comida y allí nos pusimos las botas, acompañandolas por cervezas que nos vendieron en la barra del bar del albergue. Cuando Italia ganó y los niños italianos y nosotros nos descojonamos por todos los alemanes que estaban allí, la fiesta se acabó y después de un rato nos subimos a dormirla. Por destacar, un personaje canario al que pregunté en inglés si era Italia contra los que jugaba Alemania y ya hablando en español me pregunta que cuantos distritos tiene Madrid ... ¿¿¿??? Yo alucinando...
Y luego otro momentazo, que fue cuando un tío nos dijo en inglés, sois españoles? sí ¿Salís de fiesta? No. Es que no tenía con quien salir y pensé que erais españoles y lo mismo salíais por ahí. xDD
Posted by Txum at 16 de Octubre 2006 a las 08:24 PM