2 por el precio de 3

Ese día quedé con Marta a eso de las 6 menos algo (creo recordar) y juntos fuimos en Metro hasta la estación de Chamartín, que era donde salía nuestro primer tren. El plan era que nuestro billete de Interrail empezaba a las 12 de la noche del día siguiente, asi que cogeríamos un regional hasta Arcos de Jalón, y después, a partir de las 12, tomaríamos el nocturno que llegaba hasta Cerbere, el primer pueblo francés yendo por la parte este (la de Barcelona,vamos).

Con Raquel habíamos quedado en la estación porque a ella la iban a llevar en coche, asi que cargamos los mochilones a cuestas y emprendimos la aventura. Primera sorpresa: Marta se había dejado en casa tanto el abono transportes con lo cual tenía que pagar el billete de Metro, y además también unos 15€ o así que creía que tenía en el pantalón que justamente había dejado en casa. Primeras coñas debido a esto xD.

Llegamos a la estación después de nuestro periplo mochilero en el metro con sus incomodidades propias y sacamos el billete. Me sorprendió los pocos trenes que salían de Madrid para ser el principio de Julio, ¿la gente no coge el tren?
Después de alguna despedida emotiva por parte de Raquel, nos metimos en el primer tren regional, bastante comodo por cierto. En el trayecto hubo algún que otro rayo y el tren se paró una vez con nuestro respectivo mosqueo de no coger el siguiente tren, pero vamos, que llegamos muy puntuales.

En Arcos de Jalón salimos del tren y comimos algo en un parquecillo que había por ahí. Había como un cristo a lo alto de un montecillo y como estaba iluminao, parecía muy chulo, pero no pudimos ver mucho más porque entre que estaba de noche y que preferimos esperar en la estación echando un hackie, se nos pasó rapido. En la estación nos fuimos a hacer una foto y nos dijo el jefe de estación que en teoría no se podía hacer fotos en la estación ¿¿??... pero que no pasaba nada... Nos hicimos una foto, pero luego el carrete fue a mejor vida, asi que na de na...

El tren nocturno llegó puntual a su cita y a las 00:05 del día 1 estabamos montaditos en nuestro tren...

El tren nocturno era bastante largo, pero tuvimos suerte y no tuvimos problema en encontrar nuestro vagón.
Cuando entramos, una azafata nos pidió los billetes incluido el interrail con nuestro correspondiente mosqueo ya que se los quedó. En nuestro compartimento la gente ya estaba dormida, asi que nos metimos para allí y nos dispusimos a dormir. En nuestro compartimento había 3 tios más, 2 americanos y un español. Y la verdad es que en la parte de arriba hacía un calor de tres pares con la dificultad para dormir para Raquel y para mí, ya que marta se había quedado en la parte media. Al final entre el infernal sonido del traqueteo del tren y el calor se pudo conciliar el sueño...